Nuestro amigo Julián se cambiaba de estudio y quería darle un aire diferente al resto de estudios de tatuajes que hay Zaragoza. Apostamos por diseñar tanto el interior como la fachada con estética old school y nos basamos en el lejano oeste para diseñar este espacio, dándole mucha presencia a su identidad y haciéndolo acogedor.
Como siempre, aprovechamos el encargo de interiorismo para realizarlo con materiales reutilizados y crear mobiliario especial y diferente. En este caso un banco construido con palets, una lámpara de techo con la rueda de una bici y un mostrador con una composición en su parte frontal realizada con madera de palet.
Fotografías realizadas por Nacho Bueno.