Hay gente que nace y gente que se hace, en el caso de David Navarro, estamos seguras de que es artista de nacimiento. Nefario Monzón, así apodado en su faceta artística, es de esas personas que tienen algo. Un artista original y creativo que transmite fuerza y energía en cada uno de sus trabajos.
Su trabajo está influenciado principalmente por la escuela polaca de cartelismo y sus grandes representantes de postguerra, Tomaszewski, Lenica, Fangor, Swierzy además de otros creadores más conocidos y referencia para los diseñadores como Saul Bass. “Mis padres tenían una imprenta muy conocida en Zaragoza: ahí crecí trabajé, aprendí el oficio y descubrí a los cartelistas polacos en las revistas que coleccionaban mis padres, que guardaban con cariño en las estanterías de la recepción de la imprenta. También colecciono carteles polacos, siempre que me lo puedo permitir añado alguno a mi pequeña colección”. Explica en una entrevista para el Heraldo de Aragón.
En un principio, David creó Semprini Studio, un estudio de diseño creativo con base en Zaragoza, pero atraído por el diseño y la arquitectura polaca, vivió varios años a caballo entre Zaragoza y Poznan donde en el 2012 abrió Zupagrafika junto a su pareja Martyna. Y es allí donde más se están dando a conocer, tanto por su trabajo gráfico con el que han sido aceptados como miembros de la comunidad de cartelistas polacos STGU (asociación de diseñadores y artistas gráficos de Polonia) como por su trabajo de autoexpresión, libre, sin encargos, al que ellos denominan Zupamarket. En este espacio de plena autonomía creativa, aportan una nueva mirada a elementos clave del diseño polaco. Rescatan los iconos visuales de los años 70 en Polonia como la máquina de picar billetes de los tranvías, las columnas de cemento sobre las que se colocaban carteles o los bloques y edificios racionalistas que se construyeron alrededor de los centros urbanos. Todo esto en formato de fichas recortables y coleccionables. Es con estos últimos especiales y diferentes trabajos, los Blok Wschodni, con los que están consiguiendo un gran revuelo, tanto que hasta el Ayuntamiento de Poznan quiere comercializar estos productos a modo de subvenir.
Esto que os contamos en el post es solo un pedacito de la historia de David Navarro, pero a sus espaldas hay un portfolio lleno de trabajos que no dejan indiferente a nadie.
Nosotras ya os hemos abierto la veda, ahora os toca a vosotros comenzar a investigar!